Marcos Paradinas-Brockmann realiza un análisis
económico de nuestra realidad. Destaca
lo determinante que es la labor de los gobiernos para la recuperación de todos
los países y nuestra ética como consumidores como piezas clave para poder
construir juntos un mundo mejor.
“Por desgracia, en el mundo hay mucha desigualdad, y los que somos afortunados y tenemos todos los lujos que queremos, muchas veces no nos damos cuenta de que hay mucha gente que lo pasa mal a diario y también mucha otra que se conforma con mucho menos y son más felices. En mi opinión, creo que las políticas de los países afectan mucho a la población, y mientras hay gobiernos corruptos llevándose el poco dinero que tiene el país, hay familias enteras trabajando doce horas diarias para poder salir adelante. También, en el mundo tenemos unos recursos limitados por lo que hay que hacer un uso responsable de ellos, utilizando más las energías renovables, reciclando, reutilizando… Según apunta la Agenda para el Desarrollo de la ONU, la concentración del crecimiento demográfico en los países pobres, hace más difícil erradicar la pobreza y desigualdad, combatir el hambre y la desnutrición y difundir los sistemas de salud y el acceso a la educación, por lo que deberíamos propiciar que las personas migren a otros países donde hacen falta, proporcionándoles un trabajo con el que puedan pagar una casa, comer…
Todos debemos tener una vida digna y poder disfrutarla, aunque en la teoría esté muy claro, eso no siempre es así. Ya hemos visto que hay un montón de personas y de niños que no tienen para comer, pasan miseria y están explotados laboralmente. Es imposible que esto cambie de un día para otro, pero nosotros podemos ayudar a que disminuya de algunas maneras: comprando solo productos de los que sepamos su procedencia. Considero que Carlos Villagrasa Alcaide resume a la perfección en esta frase la importancia de ser consumidores éticos y comprometidos con la realidad de nuestro mundo: Todos somos responsables y, por tanto, culpables, al comprar sin pensar en qué manos hicieron ese producto más barato, o pasear por una ciudad obviando el hecho de que hay niños y niñas trabajando en las calles, cuando deberían estar en el colegio.”

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.